El microcemento es un revestimiento continuo formado por dos componentes básicos: microcemento en polvo y resina líquida. De la mezcla de estos dos elementos resulta una pasta uniforme para aplicar en suelos, paredes y techos. En este artículo conocerás a fondo el microcemento, los aspectos y acabados diversos.

El microcemento no necesita juntas de dilatación. Puede ser aplicado en grandes superficies sin que en estas aparezcan fisuras durante el proceso de polimerización y endurecimiento de sus componentes. Hemos conseguido llegar al punto de equilibrio entre la dureza y la flexibilidad indispensable en cualquier pavimento continuo.

Puede aplicarse sobre todo tipo de superficies firmes y consolidadas, exceptuando la madera. En cada aplicación le corresponderá un método de trabajo y un sistema específico, con productos formulados expresamente para cada una de ellas. El trabajo de aplicación de microcemento se hará al final de las obras. Dejaremos a los pintores que apliquen una última mano de pintura. Por esta misma razón el primer trabajo del aplicador será la protección de todas aquellas superficies que no deban recubrir. La limpieza de las superficies es fundamental.

Microcemento: aspectos y acabados

Aspectos: Los revestimientos de microcemento tienen una característica básica: las aguas. Estas serán menos vistosas en los colores más claros. Estas aguas son propias del material y le otorgan un aspecto natural.

Acabados: Podemos conseguir una gran variedad de acabados. En función del tipo de microcemento conseguiremos terminaciones con más o menos microcemento. El trabajo de pulido previo al sellado permitirá conseguir acabados lisos recomendable en suelos. En las paredes podemos conseguir efectos más rústicos si no realizamos este trabajo. Con la operación de sellado con resinas acrílicas y al poliuretano, podemos elegir el aspecto de la protección final: mate, satinado o brillante.

¿Qué diferencias hay entre el microcemento y el cemento pulido?

El microcemento es aplicable tanto a paredes como suelos. Tiene un espesor aproximado de 2mm. No necesita juntas de dilatación y no fisura. El microcemento aplica mediante herramienta ligera transportable a cualquier lugar. Se puede por tanto aplicar tanto en bajos como pisos. El cemento pulido o también llamado hormigón alisado, solo se puede poner en suelos, tiene un espesor mínimo de 7 cm. causa que necesita de malla y necesita de juntas de dilatación cada 4 o 5 metros.

El cemento pulido se considera un pavimento industrial y es necesaria maquinaria pesada para su correcta colocación. Es por tanto necesario tener la vivienda o el bajo exenta de tabiques para poder trabajarlo.

¿Cómo limpiar el microcemento?

El mantenimiento del microcemento se realiza mediante lavado con agua y jabón neutro. Periódicamente se recomienda aplicar ceras «Autobrillante» diluidas en agua ya que estas dejan un residuo acrílico que renueva la capa de protección del suelo. Para este mantenimiento no es necesario el uso de ningún tipo de maquinaria ya que todos estos productos se pueden aplicar con fregona o mopa.

¿Es el microcemento impermeable?

El microcemento que se aplica habitualmente en interiores, de por sí, no es impermeable. Es por tanto imprescindible aplicar como terminación un sellador que es lo que le va a dar esta característica importante.

El microcemento es un revestimiento continuo formado por dos componentes básicos: microcemento en polvo y resina líquida. De la mezcla de estos dos elementos resulta una pasta uniforme para aplicar en suelos, paredes y techos.

El microcemento no necesita juntas de dilatación por lo que puede ser aplicado en grandes superficies sin que en estas aparezcan fisuras durante el proceso de polimerización y endurecimiento de sus componentes. Hemos conseguido llegar al punto de equilibrio entre la dureza y la flexibilidad indispensable en cualquier pavimento continuo.

Puede aplicarse sobre todo tipo de superficies firmes y consolidadas, exceptuando la madera. En cada aplicación le corresponderá un método de trabajo y un sistema específico, con productos formulados expresamente para cada una de ellas. El trabajo de aplicación de microcemento se hará al final de las obras. Dejaremos a los pintores que apliquen una última mano de pintura. Por esta misma razón el primer trabajo del aplicador será la protección de todas aquellas superficies que no deban recubrir. La limpieza de las superficies es fundamental.